martes, 8 de febrero de 2011

EFEVI 2011

Crónica de actividades del EFEVI 2011.
Cuando un puñado de  jóvenes (y digo –padre Silviano- jóvenes como una actitud de vida) intenta reunirse para reflexionar sobre un tema importante, muchas cosas pueden suceder, y aquí no pudo ser la excepción. El pretexto de esta reunión so pena de resultar muy indiferente, es como siempre Jesús, pero esta vez  lo es de una manera muy especial, es decir, como centro de nuestra vida. Que Jesús represente el centro de nuestra vida, tiene que ver con implicaciones serias para nosotros, por eso la primera pregunta que nace de esta reflexión es: ¿soy cristocéntrico porque soy vicentino? o, ¿precisamente el que yo sea vicentino es resultado de que he querido vivir cristocéntricamente? En fin, la aventura de este encuentro de formadores y estudiantes vicentinos ha  comenzado vertiginosamente y lo que resulte de esto,  tendrá que traernos muchas luces para nuestra vida y nuestra vocación.
El padre Honorio López fue quien comenzó los temas de reflexión cristocéntrica, cuando nos dispusimos a escucharlo, jamás pensamos que ni las reflexiones filosóficas, menos los entendidos teológicos podrían generar un poco de compasión en este sacerdote. Son varias preguntas –según el propio padre Honorio- las que dan sentido a la iglesia, ¿Qué es la fe cristiana? ¿Por qué creo en Jesucristo? ¿Crees que Jesucristo resucitó? Y ¿por qué crees que resucitó? Estas cuestiones lanzadas en el auditorio, rápidamente provocaron confusiones en todos nosotros, pues en el intento de armar un discurso tan sensato como elevado, se nos había olvidado que a veces es tan sencillo de entender lo que Jesús nos propone. Para decir un poco más en este sentido, parece que los estudiantes propiciamos muchas barreras para entender el mensaje de Honorio, lo cual hasta cierto punto parece comprensible, pues cuando se trata de hablar de lo que se pone al centro de nuestra vida, es necesario ahondar más allá de lo que las intuiciones nos presentan, y verdaderamente asumir el tema sabiendo que en ello se juega nuestra vida.
A pesar de estos contratiempos me parece que buenas cosas salieron, por ejemplo, aprendimos que la iglesia es como una rueda de bicicleta, y eso no es todo, además los rayos representan las enseñanzas de esta iglesia, es decir,  el lugar donde se soporta nuestra fe. Pero nada de esta rueda podrá sostenerse sin el eje que es Jesús, una reflexión interesante podría seguirse de  esto. Pero esto ha sido sólo el principio, nos queda aun  otras muchas cosas por descubrir.
Con Charo buscamos profundizar un poco más acerca de nuestra actitud cristocéntrica. Las competencias intentan proponer en síntesis lo que la espiritualidad vicentina formula a modo de pregunta ¿qué haría Jesús en mi lugar? Menuda pregunta, pero parte fundamental de aquel que realmente se planteado el seguimiento radical de Jesús (verdad padre Juan Carlos). De lo que se ha tratado un poco en este tema de las competencias es, la profundización de este ser cristocéntrico como una prioridad en la vida del vicentino –yo diría en la vida de todo cristiano- pues el revestirnos del espíritu de Cristo es lo más esencial de nuestro servicio. Muchas preguntas y muchos comentarios se pusieron en común durante la charla, el aporte de una mirada crítica que además procede externamente, como es la de Carlos (profesional invitado por Charo), ayudo mucho a entender las cuestiones del ser misionero, pero desde un aspecto más fundamental, la imitación de Cristo y los valores que nos configuran (para ser misionero hay que actuar como misionero).
Sin duda el aporte de los compañeros del Olivar del Conde resultó muy provechoso para el grupo, siempre es fundamental una mirada diferente, con sentido y abierta a otro modo de entender lo eclesial, las dinámicas que nos prepararon, ayudaron a clarificar cosas que siempre están ahí, pero nunca atendemos, esperemos a partir de hoy podamos tomarlas más en serio. Su participación en la velada sabatina fue algo muy especial e interesante pues nos invitaron a compartir nuestras experiencias y pasamos un momento muy agradable
Vaya día fuel el domingo, un rally preparado  por los compañeros del teologado, fue el pretexto para compartir un día bastante ameno, en el cual pudimos trabajar en equipo, divertirnos por la ciudad y compartir nuestra vida con todos los compañeros (como suele decir E. Fernando. Compañeros de la compañía), después de algunas peripecias, el final del rally tuvo lugar en una de las salidas de la ciudad, felicitamos a los compañeros del equipo azul por su victoria, y también por su gran inteligencia (inteligencia al esconder la última pista del equipo blanco, pista con la cual estoy seguro hubiéramos ganado, aun así felicidades). Ya para la hora de la comida y después de mucho tiempo de espera llegó el último equipo, quienes haciendo gala de su lucidez geográfica, se perdieron por más de 2 horas, al final cuando llegaron al lugar de encuentro disfrutamos de momentos de compartir y preparas algunas actividades. Un agradecimiento especial a la familia que nos recibió y que compartió sus alimentos con nosotros (y sus bebidas), así como su casa, pues sin duda pasamos un momento muy agradable. Ya entrados en el tema, se prepararon algunas dinámicas que fueron bastante divertidas, aunque lejos de eso el aprendizaje realmente resultó muy significativo, pues, la propuesta de Carlos fue algo novedoso y con mucha intención de suscitar la reflexión.
Este momento (me refiero a las puestas en escena), tuvo algo especial, todos participamos y todos compartimos algo que es maravilloso, un don, los temas de fondo y el sentido especial de esta actitud de indagar, preguntar y a la vez preguntarnos (como diría Norberto de reporteritos), es algo sobresaliente y que debemos de tomarnos más en serio en nuestro caminar. Todos regresamos muy contentos de esta experiencia (todos a excepción de Norberto quien perdió su ipod) y el día fue rematado por el momento cultural (1era entrega de los “fulgencios”) donde hubo mucha participación de parte de todos, felicitamos y agradecemos a todos los participantes, también felicitamos a los ganadores de algún “Fulgencio” pues su participación ayudó a complementar este día, aunque se extendió mucho el momento cultural, y a pesar del cansancio de todos, salió muy bien.
Llegó el lunes y es turno del padre Arón, compartirnos su experiencia cristocéntrica y su vida misionera al servicio de Dios en los pobres, quiero retomar rápidamente dos cosas importantes de este compartir del padre, y digo sólo dos de todo esto que hoy pone ante nosotros, en primer lugar porque está muy fresco lo que ha dicho y en segundo lugar porque resultaría lo doble de tiempo reflexionar la suma importancia de su mensaje. Comienzo apreciando que la experiencia cristocéntrica como problema fundamental de nuestra vida tiene una relación incondicional con el otro, en la medida que yo amo al otro y en él a los pobres, seremos capaces de vivir en Cristo. Por otro lado somos misioneros, y esto no es un juego, se trata de un estilo de vida que pretende seguir a aquel que nos envió, cuando asimilemos esto en la experiencia de los necesitados, de los marginados los excluidos, la miseria de la humanidad, entonces la pregunta cristocéntrica de ¿qué haría Jesús en mi lugar? Cobra verdadero sentido, ahí donde la experiencia teológica se manifiesta con mayor presencia, en la relación Dios y pueblo ya no como categorías elevadas o de discurso, mas bien como signos sensibles de la presencia de Dios.
 Los momentos comunitarios fueron muy agradables, agradecemos a las tías por los alimentos preparados y a todos por participar y disponerse para tener una buena experiencia.
Por último nos dispusimos a eternizar esta reunión por medio de la foto del recuero, en la cual dejamos algunos de los momentos de estos días en Lagos de Moreno.
Quiero terminar esta crónica haciendo referencia a algo muy particular, estoy seguro que cuando llegamos a lagos, todos nos dimos cuenta de unas hojas con nuestros nombres sobre la cama que nos dispusieron, ahí se leía “bienvenido a tu casa” y sin duda creo que todos nos sentimos como en casa. Gracias compañeros  por hacer que este encuentro termine de esta forma, esperemos todos hayamos pasado momentos muy agradables, y de esta manera podamos ir a casa con ilusiones y ánimos recargados, ojalá podamos comprender que esto que hoy se nos ha propuesto (el cristocentrismo) es algo de verdadera trascendencia, precisamente porque es esta circunstancia radica mucho de nuestro vivir. Jesucristo hoy se nos revela como algo distinto, infinitamente novedoso, en lo cual existe la capacidad de reestructurar nuestra visión y nuestra experiencia, el deseo de estos días podría radicar no sólo en aprender qué es la competencia cristocéntrica, sino de hacer nuestro el proyecto de Cristo, de comprender el valor del reino de Dios en nuestras vidas, y el de poder finalmente ser signos de esperanza en nuestra vida y en nuestro actuar. Si al salir de esta casa no hemos comprendido que el verdadero sentido de tener a Jesús en el centro, estiba en la acción efectiva, en la transformación de nuestras realidad, siempre con la convicción de que esto es lo que movió a Jesús y que su palabra y su mensaje es verdadero, entonces habremos perdido tres días de nuestra vida (yo confío en que no es así, que aprovechamos nuestra estancia)
Vayamos en paz a vivir lo que aquí celebramos el EFEVI ha terminado. Nos vemos el año próximo
Armando González Filosofía

martes, 22 de junio de 2010

Sobre la Misión de Semana Santa en la Mixteca, Oaxaqueña

Hola, qué tal...?

Pues les daré mi narrativa sobre la Misión que tuvimos en Semana Santa, en Oaxaca:

La comunidad con la que nos tocó trabajar a Román Alberto Uc Che (1° sem., filosofía.), Pbro. Ernesto (formador del seminario menor) y a mí, David Hernández Chaires (filosofía), fue San Juan Cahuayaxtli, comunidad perteneciente a la parroquia de Tlajiaco Oaxaca.

Desde el día Domingo de Ramos que llegamos a la parroquia encargada de distribuirnos la aventura comenzaba y sus cualidades se denotaban de este carismático pueblo.

Nos recogieron muy puntualmente, pero lo que nos sorprendió es que la persona que ayudó con el transporte y el esfuerzo por conducir su propio vehículo era de la región protestante. Un hombre ameno llamado José Luis quién conducía en compañía de el señor mayordomo Miguel, nos condujeron hasta nuestro lugar de trabajo. La trayectoria fue de tres horas para llegar a nuestro destino; nos esperaba la señora Juanita esposa del mayordomo, con unos ricos frijoles y unas tortillas hechas a mano. Nos prestaron como vivienda los cuartos que se contruyeron a un costado de la capilla, sencillos, pero acogedores; al término de nuestra instalación comenzamos el visiteo y la gente nos acogió bien.

La gente de esta comunidad es muy generosa (a pesar que haya cierta división a consecuencia de la religión operante en el lugar, no católica). Pasando a lo descriptivo de nuestro trabajo, puedo decir que fue satisfactorio para todo el equipo.

Algunos de los puntos claves para comprender nuestro trabajo:
la mayor parte de la población está en E.U.A., un 50% habla el español (de los presentes), 30% habla inglés y el mixteco lo habla un 90% de la población presente. 

Estos factores son clave para que la tarea que se realize pueda tener continuidad, en dado caso que se desee volver a trabajar; seguramente se sabrán retomar con mayor exactitud los elementos formativos de algunas materias filosóficas o bien el sentido común de la interculturalidad.

David Hernández Chaires